11.22.2009

En toda la cancha

Es funcionario de gobierno. Tal vez el que más experiencia tenga en cargos públicos de primera línea en la última década. Pasa de una cartera a otra con la facilidad con la que vos pestaneás. A nivel mediático siempre tiene discurso. Es hablador. Algo así como el Corach del kirchnerismo. Elige los días. Cuando habla, se cumple el pequeño sueño cotidiano de todo periodista o productor: pega, humilla, tira muñecos, da leche y lo mejor -lejos- te da títulos para los diarios del día siguiente.
Lo que menos provoca escucharlo es indiferencia. O lo amás o lo odiás. La gente llama a las radios y deja mensajes. Le doblan la apuesta en el ingenio y la ironía o lo putean en todos los idiomas posibles.
Pero el hombre es tan hábil, que además de calcular cuándo habla, qué dice y con quién, también sabe qué programas no filtran los mensajes como a él le gusta. Y como detesta que fulanita de Caballito o Pirulo de Banfield salgan a criticarlo públicamente, el tipo elige además, en qué momento de tu transmisión te da la nota. Yo ya lo sé. Lo que no sé es si él sabe que yo lo sé. Me hago la que no y lo llamo desde el arranque, pero no sirve. Hace un año que no logro sacarlo antes de los últimos quince minutos de programa. Un jugador de toda la cancha.

10.25.2009

Un agujero negro

Así es el tiempo de la edición en la tele.
Las horas se alteran, se duplican, se dilatan.
De los fenómenos que conozco, es el más parecido la física cuántica.

10.14.2009

1992

Recién salimos de Radio Rivadavia. Noches de menemismo puro. Venimos conversando acerca de la pobreza creciente, la delegación de hospitales y escuelas a los municipios y de algunos casos de inseguridad que comienzan a sorprendernos.
Eliseo -mi jefe- arroja: dentro de unos años esto va a ser Mad Max, todos contra todos.

2009

Estoy en Radio La Red. Mañana kirchnerista. Una señora llama para hablar con Luis. Quiere que él lea un largo -muy largo- mensaje al aire, enviado por unos "seres de luz". Le pido que me lea unos párrafos. La escucho. Le creo. Le explico que es difícil que alguien le dé espacio para eso en un medio. Lo entiende. Quedamos en hablar en otro momento. Colgamos. Pienso. El texto es interesantísimo. Difícil de digerir. Habla de la responsabilidad de la clase media en esta realidad de pibes asesinados, salideras, ajustes de cuentas, guerras narco, secuestros express, policías corruptos, jueces arreglados, sangre y asaltos.
Pienso en el Max Rockatansky local que imaginó Eliseo hace casi 20 años, en la complicidad silenciosa del agentino medio que permitió esto. En la mía, y la del pibe que venía en el subte a mi lado. Miro a mi alrededor. Mi cabeza vuelve al programa. Hay que llamar ya al móvil de Tigre por la muerte de Santiago Urbani.

10.02.2009

VOS, NENA.. DOS PASITOS MÁS ATRÁS (y si sos jefa, también)

Aquí va la segunda columna de género de Ana Carla Faunes. ¡Que la disfruten!

ENTRE MINAS I

Una vez pasado el primer desafío ¿recuerdan el del llevarle el café al jefe? Llega la segunda prueba: tener una jefa.

En mi haber tengo varias mujeres, de todo tipo; de las fáciles -y no porque lleven una vida solenciosa- y de las difíciles, de las muy difíciles.

Cuando tenés una jefa vas tomando roles: cuando sos muy joven te adopta como una hija; un poco más grande se transforma en tu amiga/confidente; cuando stá mal acostumbrada pasás a ser la secretaria y/o mucama: no respeta tus horarios, te pide que estés on line todo el tiempo, te reduce el sueldo cuando se le cae la pauta te sugiere que salgas a buscar clientes, etc... Pero esto no es privativo de las mujeres. Es algo común a todos los jefes sean del sexo que sean o tengan la orientación sexual que tengan.

Yo he tenido grandes enseñanzas, sobre todo teniendo en cuenta que, aunque está poblado de mujeres, este es un medio áspero parar aquellas que llegan a cargos jerárquicos. ¿Por qué áspero? Algunas reglas tácitas.

  • Si un hombew gana por su puesto jerárquico $ 5.000, la mujer gana, en el mejor de los casos $ 4.000
  • Si el título del varón es "Jefe de XX", el de la mujer es "Coordinadora de XX". Parece que jefa suena feo.
  • Si hay una promoción para un cargo jerárquico, a él no lo tantean para saber si va a ser padre, pero a ella la testean para saber si piensa ser madre. Y ojo con la respuesta.

Esto para dar algunos pocos ejemplos de lo que nos pasa a las chicas cuando queremos ir un poquito más allá. Entonces la exigencia nos enseña que hay que tener ciertos grados de tolerancia porque nos movemos en un medio adverso rodeadas de hombres que hablen de fútbol, y si osamos opinar nos miran coo bicho raro y nos dicen con la mirada "mejor hablá de carteras".

Sin embargo, cuando te cruzás con esa que es una FLOR DE YEGUA, seguramente caes en el lugar común varonil por excelencia: "esta mira es una al c_g_d_" (y como en el ahorcado, te dejo que completes las vocales).

9.24.2009

Pregunta

¿Existe un productor, aunque sea solo uno, al que la secretaria del directorio de FIEL atienda amablemente por teléfono?
Si existe, dejar nombre, apellido y autógrafo.

9.08.2009

Para un productor, nada mejor que un pariente mal parido.


FALLO DE LA CORTE SUPREMA POR DESPENALIZACION DEL CONSUMO DE DROGAS.

Aburrida de producir las notas "que tienen que estar", comienzo mi pesquisa tras los cinco chicos beneficiados con el fallo de la Corte en la causa Arriola.

_ Buenas tardes, con la familia tal?
_ Si.
_ Son parientes de fulanito?
_ Si.
_ El vive ahí?
_ Disculpe. Soy productora de blablabla...
_ ¿Qué quiere? ¿Para qué llama?
_ Quiero hablar con fulanito, por el fallo de la Corte Suprema
_ ¿Qué fallo?
_ Hoy hubo un fallo de la Corte Suprema muy importante, que beneficia a su pariente. Me gustaría hablar con él.
_ No, yo no te voy a dar ningún dato para encontrarlo. Lo lamento. Buscalo por otro lado.
_ No se preocupe... son cinco amigos... a alguno voy a encontrar. Muchas gracias por su tiempo.
_ Querida... esperá, no cortes ¿de qué era el fallo?
_ No. Nada, algo menor relacionado con... no importa.
_ No, contame, contame que hoy no prendí la radio en todo el día.
_ Era una causa en la que él seguro que no tuvo nada que ver, pero no se preocupe.
_ Contame, por favor...
_ No, no se preocupe. Era una causa en la que estaban involucrados unos amigos de él. Pero salió todo bien.
_ ¿Y sobre qué era?
_ Y... parece que alguno de los cinco chicos andaba con algo de drogas encima... poquita... hace algunos años... pero la Corte Suprema entendió que no es delito. Es un fallo buenísimo, que sienta precedente a nivel nacional, por eso lo buscaba a fulanito para hablar con él...
_ Yo sabía que este pibe andaba en algo raro. Se droga, ¿no?
_ No, nadie puede afirmar eso, solo se puede decir que andaba con un grupito de amigos y que alguno de ellos, no sé cuál, tenía algo de drogas encima para consumo personal, y que el máximo tribunal comprendió hoy que eso no es delito. (*)
_ Ja! Yo siempre supe que ese pibe andaba en algo... mirá... a mi no me nombres, pero si tenés para anotar, te doy el teléfono donde podés encontrarlo. Anotá... 0341...

Me dio tanta bronca la actitud de este pariente, que decidí no llamar al pobre pibe. Me comuniqué con otro de los cuatro que estaban nombrados en la causa. Hablé con uno de sus hermanos. Eran las c
inco de la tarde, seis horas después del fallo. Se enteraron de la noticia con mi llamado.

(*) En la causa Arriola, los cinco chicos absueltos tenían marihuana en su poder cuando fueron detenidos; cuatro llevaban tres porros cada uno (entre ellos el pariente de mi amable interlocutor) y el quinto llevaba solo uno en el bolsillo del pantalón de jean.

8.27.2009

El peor de los cuandos

Cuando empieza la incertidumbre -como todos los años- por la próxima programación, los grandes medios -una vez más- se regodean en el poder concentrado y las pequeñas productoras -nuevamente- penden de un hilo. Cuando cada cosa que digas -más que siempre- define tu futuro, comienzan -como cada tanto- las "listas" y se habla -otra vez- de retiros voluntarios. Cuando todo -más que nunca- se tensa.

Y especialmente cuando tres o cuatro nabos se preguntan si para bajar costos es mejor ahorrar en papel o echar gente y a la semana comienzan a llegar los telegramas,

Ese, es el peor de mis cuandos; y no me dan ni ganas de escribir.

No más Norma, fletaron a Flor, echaron a Nacho.

8.03.2009

MI PRIMERA VEZ

Patricio Shanley escribió a REPRODUCTORA recordando nuestro cruce durante sus primeros días de trabajo en Radio Rivadavia. Y me inspiró para recordar los míos.

Tengo tres primeras veces en los medios. Una en gráfica, una en radio y una en televisión.

La primera muy light, 18 años, Editorial Abril, Revista Vivir, salida mensual, tranqui, soy la becaria mimada, a la que todos se esmeran en enseñar el oficio. Un placer irrepetido.

La segunda es más fuerte. 19 años, FM Viva, se corre la bola en la facultad, necesitan movileros, voy, me preguntan qué sé hacer y les digo que sé redactar, hago la prueba de móvil, me dicen que llame a las cinco para ver si me contratan, son las cinco, estoy a dos cuadras de la radio y llamo desde un teléfono público (todavía no hay celulares ni locutorios), me preguntan si soy "la piba que sé redactar", contesto que sí, me dejan esperando en línea, escucho: "fulanita... andate a la p... que te parió", me vuelven a hablar a mi: "flaca, te podés venir YA para la radio?", voy, llego cinco y diez, un tipo me dice: "mirá, con F1 leés los cables, con F2 escribís y con F3 imprimís, a las y media tenemos el info, ¿te animás?, bueno, dale, tres noticias y un dato de agenda de cierre", me siento y así empiezo formalmente a trabajar en esa radio. A pesar de la puteada escuchada por teléfono, un grupo divino. La mejor. Me queda una duda eterna. Aún hoy no sé quién es fulanita.

Mi tercera primera vez es en televisión. Y acá sí que siento el cachetazo. 21 años, canal de noticias, cuarenta y ocho horas antes soy echada de ese mismo medio, vengo de durar solo 12 horas como secretaria, me despiden (¿el por qué?, otro día en otro post), me voy a mi casa y dos días más tarde me vuelven a llamar, ahora sí como productora, tonta de mi de no saber, no investigar, no averiguar ningún dato de mi nueva jefa, los motivos de su fama los descubro enseguida, son las 6 de la mañana, hace frío, estoy sola en un cuartito lleno de casetes raros y máquinas que no me animo a tocar, ella entra y dispara: "¿vos sos la nueva productora?" (sabe que no tengo experiencia y sabe que vengo de hacer radio), "hola, qué tal, si soy yo", "bueno, llamalo a erman gonzalez y si no lo encontrás, hacé un mudito, tapalo con un cuatro por cuatro y ponele quiú (se escribe cue, pero se dice quiú, lo supe mucho después), se da media vuelta y se va, pienso "ah! bueno", vuelvo a mi soledad helada, imposible descifrar lo que acaba de escupirme, llamo a una amiga que cursa en la escuelita de televisión de canal 7, (a esa hora, solo una amiga te puede atender), "che, Ine, me dijo que haga una muda de dos por cuatro y le ponga piú, tiú, fiú, no sé, no entiendo", Ine se convierte en mi mesa de ayuda.
Ese día inauguro una agenda, agendo los teléfonos de mi jefa, dudo, me pregunto en qué letra ponerla, ¿en la C? ¿en la H? ¿en la F?, no sé qué insulto le va mejor.

¿Y tu primera vez? ¿qué onda?

7.31.2009

Siempre quise ser productora para llamar al kiosco

En reproductora se larga la sección "DE GÉNERO", para que las mujeres se descarguen y los hombres le pongan el pecho a las balas y viceversa. A pedido mío, la inaugura una super productora, hoy coordinadora del informativo de una radio en ascenso.

Ana Carla Faunes -
Periodista por oficio, animal de radio por experiencia, mujer y argentina por destino, cuenta historias por opción

Nuestro anti-rol en los medios.

Cuando una comienza su carrera profesional en los medios, se enfrenta a todo un desafío. No sólo porque la inserción de por sí es difícil -ya que hay que estar dispuesta a trabajar por un par de pesos, soportar ciertos humores y demàs cuestiones que seguramente ustedes conocen- sino, además, hay que enfrentarse con el hecho de que una es mujer (y no quiero con esto emular a ¡La Gran Nacha!) ¿Y qué mujer? No estamos hablando de un 90-60-90, ni de un metro ochenta de estatura. No. Sino sería todo mucho más fácil, aunque nuestro crédito profesional estaría siempre ligado a los callos que una puede desarrollar en las rodillas y a la infinidad de muchachos (verdaderos o falsos) que han disfrutado de nuestra compañía. Pero insisto, este no es el caso. Es sólo uno más, un caso común, como el de la mayoría de las jóvenes profesionales de nuestro medio.

Cuando empezás a trabajar en una radio, en tv o en la redacción de un diario, y estás en un equipo de hombres y mujeres, comienza el... ¡PRIMER DESAFÍO! ¿A quién le pide el Jefe el café? ¿Al chico o a la chica?

_ ¡Si! ¡Ganaste! Siempre, pero siempre (como una verdad revelada) es a LA CHICA.

Y así comienza nuestro derrotero en este medio. Con vasito extraído de la máquina de café o en el mejor de los casos con la taza humeante en nuestra mano. Cumpliendo nuestro rol profesional/social/familiar o como quieras justificarlo. Pero ahí estamos, en esa situación. Y a la que me diga que nunca lo hizo... no le creo.

Seguramente ésta -o alguna circunstancia similar- te pasó a vos. ¿O no?

Y si sos varón, y llegaste a este punto ¿cuál fue tu experiencia? ¿cuándo te sentiste una chica por hacer lo que pide el jefe? O mejor... una confesión. ¿cuándo sometiste a una chica a cumplir su rol de género? eso sí, no estamos hablando de acoso. Jaja!

7.28.2009

Yo recomiendo


Para laburar:


La página http://maría press.com Para los que conocieron el apogeo del recordatorio de telam, esto es una especie de recordatorio recargado, versión siglo XXI. Con eventos y teléfonos de contacto de las actividades; indispensable para los que laburan en noticias y fundamental para los que hacen prensa.


Para descontracturar:

Los videítos de Alfredo Sabat, creados con imágenes sobre música generada por él mismo con Garageband. Los pueden encontrar en http://alfredosabat.com/cast/frames.htm . cliqueen en multimedia. A mi me mata No tengo onda.

7.27.2009

Resultados finales de "MI PRENSERO FAVORITO"

No sé si se debe a que están todos condescendientes con la dueña del blog o qué, pero hubo fuerte apoyo a mis mociones, a las que se sumaron varios nombres dignos de destacar. Aquí van los resultados finales de "MI PRENSERO FAVORITO".

Los tres más votados:
Hernán Etchaleco del diputado Adrián Pérez (CC)
Paula Atlante del senador Gerardo Morales (UCR)
Ignacio Bordoli del senador Ernesto Sanz (UCR)

Le siguen muy, muy de cerca:
Laura Echezarreta de la diputada nacional electa Margarita Stolbizer (GEN)
Claudia Burguiñón del senador Rubén Giustiniani (PS)
Un responsable de prensa de un ministro de la nación que mencionaré al final de este post

Y al toque, pegaditos:
Los chicos del diputado electo Fernando Pino Solanas (Proyecto Sur)
Agustina Diez Monet de la diputada Paula Bertold (PRO)
Carlos Cortés de la diputada Patricia Bullrich (CC)
Sebastián Fernández del economista Ricardo López Murphy
Martín Raventos de la senadora María Eugenia Estenssoro (CC)
Juan Gentile del diputado Federico Pinedo (PRO)

Mención especial 1:
Paula Schuster de la Vicejefa de Gobierno porteño Gabriela Michetti, ganadora la plaqueta "sitedigoquenoesnoysitedigotellamotellamo"
(es hora de que los productores aprendamos a trabajar un poquito mejor)

Mención especial 2:
Alicia, de la oficina de Hugo Moyano, y Lucy, asistente de Roberto Lavagna.


Peeero... siempre hay un pero. A mi entender hay un campeón moral. Recibió tantos votos como muchas de las personas mencionadas más arriba, sin embargo, merece un apartado especial por dos motivos:

1.- hace prensa de un funcionario público, obviamente oficialista.


2-. le tocaron tiempos dificiles, con un oficialismo que precisamente casi no habla con los medios.

Estamos hablando de
Mario Caputo, responsable de prensa del Ministro del Interior Florencio Randazzo.

Gracias a todos por mandar sus votos y... sigan participando!

PD: Escribo los nombres completos y cargos de todos porque nos leen unos amigos de Chile y de Colombia. Cariños para ellos, a quienes ya vamos a invitarlos a escribir unos post para saber cómo es producir por sus pagos.

7.22.2009

¡UN MEDICO AHI!

Tengo leves trastornos de ansiedad. Me hago la tonta y no los trato, pero los tengo. Uno de mis jefes tiene hernia de hiato, igual que una locutora; una compañera gastritis y otra úlcera; dos productores ataques de pánico, un coordinador un by pass, una locutora un pico de estrés y un periodista un preinfarto. Más de la mitad de los que trabajamos en ese lugar tenemos sobrepeso. Todo esto, en un solo medio, y en menos de 70 metros cuadrados.
¿Será la edad? ¿Será el signo de los tiempos?


Hace 10 años, un día, jocosos, nos paramos un gerente de noticias y yo en un costado de la redacciòn para ver lo "chapita" que estábamos. Él se golpeaba constantemente el pecho, despacito, con los dedos mayor y anular de la mano derecha; yo me hacía sonar los huesos del cuello cada cinco minutos, una productora de la mesa de noticias se comía las uñas y otra hablaba sola; un productor ejecutivo guiñaba un ojo cada cuarenta segundos y un editor tartamudeaba; un subgerente alzaba un hombro decenas de veces por hora, como queriendo estirar un lado de la camisa; un locutor se olía permanentemente la mano derecha mientras hablaba, un conductor se miraba infinitas veces en espejos, ventanas, reflejos de fórmicas y vidrios de pantallas, una asistente de producciòn estaba deprimida y medicada y más de la mitad de los que trabajábamos en ese lugar salían cada media hora a fumar al patio. Todo esto en un solo medio y en menos de 80 metros cuadrados.
¿Era la edad? ¿Era el signo de los tiempos?


Hace 17 años viví de cerca el primer surmenage. Se trataba de un productor jóven de la tira de la tarde de un canal de cable. Veintipico de años. Pensé que era un hecho aislado, pero en esa misma semana, un gerente de otro canal sufría de un infarto múltiple, un productor un colapso nervioso y un compañero moría porque (dijeron) "se había pasado de rosca". Todo eso en un solo medio y en menos de 90 metros cuadrados.
¿Era la edad? ¿Era el signo de los tiempos?


¿Qué más decirte? Hoy pintó el post reflexivo. Si te dan ganas, contestá la encuesta que está más arriba y tomate treinta segundos para pensar una vez más en eso que ya sabés, que estamos medio locos, que si vale la pena, que para qué, que por qué y todas esas cosas.

7.15.2009

INOLVIDABLES I






Década del noventa. Noventa y pocos (soy mala para las fechas, para los nombres, para las cuentas, para... bue, no importa). Canal de noticias. Noticiero del mediodía. RM y MT cerraron el programa con una cálida despedida. Salió impecable. Como casi todos los días. Bastábamos sólo tres productores obsesivos a cargo de esa maquinaria perfecta. Nos matábamos para llegar a todo. Y llegábamos. "¡Hermoso. Gracias chicos. Nos vemos mañana!"

Ese mediodia, el diputado Varela Cid era interpelado en el congreso. El canal se jugaba con una movida inédita: transmitir el móvil en vivo directamente desde el switcher master, sin pasar por el control. Hasta ahí, todo bien. Lo único que le faltaba al switcher, era el videograph y ¡oh detalle!, el videographista. Dicen que lo que siguió, fue más o menos así:

que Che! fulanitooo... ¿cargás vos?, y que no... que me voy a comer, y que quedate, y que yo no sé usarla, y que yo tampoco, y que esta máquina no la usé nunca, y que pongan a alguien, y que me parece que podés escribir en la página 1111, y que no te escuché, ¿qué dijiste?, y que me parece que... a ver... no... nada, no sé, que me parece que esta máquina no tiene previo, y que ¿y que página se usa?, y que la 1111, y que !uy!esperá que llama el móvil... ¿holaaa?; y que bueno... yo me voy, y que no... quedate, ¿qué página dijiste?, y que no sé porque no tiene previo... poné cuatro unos, y que ¿cuatro uno? ¿41? (4... 1... enter...), y que noooooooooooooooooo!!!!!!!!!!! que no tiene pre... !!!!

Placa amarilla con letras blancas, look vaticano total, al aire: MURIÓ EL PAPA POR PROBLEMAS CARDÍACOS.

Era una placa borrador. Un texto de prueba. Un modelo para placas futuras. Tan verosímil como alejada de la realidad. Ahí, en la pantalla, al aire, protagonista de un papelón mediático.

Duró nada. Cuatro segundos. Lo suficiente para que los tres productores que salíamos orgullosos de hacer el noti corriéramos a las cableras a ver por qué nos habíamos comido la noticia. Lo suficiente para que los conductores de radio las leyeran en sus televisores, la reprodujeran en sus micrófonos y de ahí en más el rebote interminable por el mundo. Lo suficiente para que los gerentes salieran asustados de sus oficinas y los teléfonos comenzaran a sonar en la redacción con la misma pregunta repetida en todos los idiomas, contestada con un balbuceo unánime (y porteño).

Fue un instante de colapso total. Corto. Pero de esos que no te olvidás más. Al ratito todos comenzamos a entender lo que había pasado; los jefes armaron flashes en vivo para la desmentida. Horrible momento el de poner la carita, son esos días en que uno dice: "fiuuuuu... por suerte soy productor y no conductor". ¿Qué decimos? tal cosa, tal otra, mejor esto, no... eso es peor... Hasta que se acercó uno de los jefes más altos. Creo que deseaba que todos nos desintegráramos en el aire y desapareciéramos de su vista. Después de meter en su despacho al productor general y antes de cerrar la puerta, nos miró con el rictus durísimo, los ojos inyectados en bronca y nos dijo con sorna: hagan otra placa que diga: MILAGRO, RESUCITÓ! Al día siguiente rodaron cabezas, versiones y chismes.

NdeB: Dicen las malas lenguas que alguna vez, analizando una estética de competencia con otro canal, se cargaron las páginas 41 y 42, una con el poco feliz texto del papa y otro con una leyenda que -de haber salido- hubiera sido un poquito más dificil de remontar. Las malas más malas de las lenguas dicen que la placa hablaba de un ex presidente. Y decía -en chiste obviamente- "FULANO, LARGÁ LA MERCA."

7.14.2009

Lloran las lloronas...

Hablamos en los pasillos, en los pequeños box de producción, a las apuradas mientras termina mi programa y comienza el suyo. Un minuto y medio, máximo dos. Si uno apretujara esos ratitos de todo un año adentro de un reloj, no completaría doce horas. Es el momento del pase. Las charlas se mezclan, se suporponen, se entrelazan entre lo que pusiste al aire, lo que vas a poner, si saliste anoche, si cobraste, si te sentís grande, si tenés el número de tal, si es mejor la notebook o la palm, si conocés a fulano, si te cuidás en las comidas y si estás harto de trabajar.
Así, a las corridas, le mostré este blog. Lo entendió enseguida y me habló de la invisibilidad del productor. Una metáfora muy cercana a otras que yo vengo pergeñando hace tiempo. Nos reímos los dos. Nos acusamos de lloronas. Nos reímos más. Le pedí que lo escriba. Aquí va su texto.

Diego Huberman,
Productor, escritor y guionista. Ocasionalmente autor teatral.
Marcada preferencia por los pepinos agridulces y el vino tinto.
Prohibido salivar en el suelo y conversar con el conductor.

El oficio invisible


Dejar para otro momento la mirada sobre el oficio periodístico es una acción que tiene ribetes heréticos dentro de una profesión que es vista de frente, y que pareciera no tener espalda ni mucho menos relleno.

Sin embargo, quienes trabajamos en medios audiovisuales sabemos que el trabajo periodístico tiene volumen, que sus figuras son reales y tienen movimiento.
En realidad, sabemos muchas cosas, pero más allá de la afirmación canallesca, sabemos cómo funciona un medio.
Es un saber extraño, que muchas veces proviene del rol que se ocupe en la máquina informativa.

Mucho de ese saber proviene de la naturaleza invisible de algunos roles, una suerte de poder de superhéroe, que en palabras de Borges, nos exalta y aniquila y nunca sabemos qué es.
Es la particularidad de la invisibilidad, una afirmación con carácter negativo, una no cosa, algo percibido por su ausencia.

Varios oficios relacionados con la tarea periodística son invisibles, pero los productores convierten un choque en entrevista, o un diputado en declaraciones.
Esa magia consumada a fuerza de llamados realizados más allá del espacio y del tiempo, convierte un libro en noticia, pero el libro es para otro, un producto en novedad, pero el regalo y cortesía no le pertenecen, una revista en tema de debate, pero hay un solo ejemplar y un periodista brusco en una persona culta, pero nadie lo sabrá.

Pueden pasar años, de hecho muchas veces pasan, y en el caso de la radio, dos vidrios capaces de sostener el secreto y el silencio separan al productor de su producto.
Se habla, se dice, se ríe, se anuncia y en cada final, casi como un reflejo o una mueca, se dirá el nombre o el apodo del que puso el banquito en el rincón y ajustó los guantes, el que cicatrizó la herida y acomodó el protector bucal cuando se encendió el cartelito con la palabra aire, que también es invisible pero está y es indispensable.

No hay gremio de invisibles, lógicamente.
La mayor parte de las legalidades derramadas frente a los micrófonos no los afectan.
El beneficio es el aprendizaje, a la usanza medieval, para poder atravesar los vidrios y encarnar, o para ser y hacer otra cosa en la dimensión de los reales.

Lloran las lloronas invisibles, mientras acomodan diarios y llevan café, lloran en secreto con otras lloronas que son mayordomos que “cortan oyentes” y ordenan las tandas, lloran entre ellos durante cada nota, lloran también a fin de mes.
Pero nadie se da cuenta, son invisibles, ni siquiera ellos mismos se ven.

7.11.2009

MI PRENSERO FAVORITO

POLÍTICA

Algo tienen en común con los productores. Trabajan en la sombra y pocas veces se llevan un reconocimiento. No les gusta que les digamos "prenseros". Prefieren "jefe de prensa" o "vocero". En el ambiente político, los hay de todos los estilos, como la gente misma. Aquí van los más frecuentes...

Llamame en un ratito (posta)... esto es lo que debería pasar siempre, consultan a su representado y antes de que empieces a producir otra nota, ya te contestaron por si o por no. Es fácil y debería ser la única categoría para la gente que hace prensa, pero no... hay muchas más.

Llamame en un ratito (trucho)... este se detecta en la segunda llamada que le hacés. Su voz tiene la misma carga de optimismo que la del posta, pero hay algo en el tono que te activa el recuedo de la vez anterior, cuando hizo que lo llamaras siete veces en un día y no llegaste a nada, ni siquiera a un "no va a hablar".

Estrellita mía... hay pocos, muy pocos, pero tienen la fantasía de ser "gerentes de relaciones institucionales" y no te consiguen al entrevistado, pero se ofrecen a salir ellos. Es un engorro, porque sin herirlos (no se puede matar al mensajero) tenés que salir del paso con cortesía.

Dejame tu mensaje... de estos hay miles. Tienen el teléfono cerrado a las 6 de la mañana, a las 3 de la tarde o a las 8 de la noche. Es más fácil comunicarse con el entrevistado que con ellos. Lo primero que se te cruza por la cabeza es "¿cuánto cobra este tipo por tener cerrado el teléfono todo el día?"

Recién egresado de TEA (o de cualquier otra escuela. No se enojen porque hay excepciones y seguramente exagero, pero algunos son tan tiernos que merecen una clasificación propia)... hace bien todos los deberes. Te pregunta quién va a hacer la nota, de qué tema querés hablar y con quién lo vas a cruzar. En cuanto te repreguntan el tema porque no lo entendieron o quieren reproducirlo ellos con sus palabras, advertís que la última vez que leyeron un diario fue para dar el último examen de la carrera.

Los nerviositos... son escasos, por suerte. Yo recuerdo nada más que a uno o dos. Atienden el teléfono no sé para qué, porque nunca tienen tiempo de hablar, solo necesitan que les liberes la línea. Te cortan, pero antes de escuchar el click, podés descifrar ese murmullo que en realidad fue una puteada. Siempre están haciendo otra cosa más importante que tu llamado.

Mandame un mail (administración privada)... es un problema, porque el productor no siempre produce sentado en un escritorio frente a una máquina conectada a internet. Si lográs que en el medio donde trabajás la única máquina que existe funcione, tenga conexión, no esté bloqueada por un usuario que se olvidó de cerrar su sesión y no la esté usando nadie, en general conseguís buenos resultados.

Mandame un mail (administración pública)... sencillamente, olvidate de conseguir la entrevista.

Los levanta muertos... hacen un trabajo loable, prensar a los imprensables. Acá se da vuelta la tortilla. Les toca llamar a ellos, y saben que hay un 101% de posibilidades de que no les des cabida. Son super creativos, bienintencionados, respetuosos y optimistas. Es probable que alguno peque de pesado, pero se lo perdonás. Sabés que la vida lo compensará y te lo vas a cruzar en algún otro momento.

Los groupies de periodistas... estos se llevan abiertamente toda mi bronca. Tienen la capacidad de ser fríos, distantes y cortantes con los productores, pero super simpáticos, confianzudos y divertidos con los periodistas. Y vos, como un nabo, te preguntás... ¿cuál es la diferencia humana entre ese señor que está sentado adelante de la cámara y yo que estoy al lado del teléfono? Peor aún, los llamás vos a sus celulares y en lugar de devolverte la llamada, se la devuelven al conductor, para el que paradójicamente un prensero (otra coincidencia con los productores) "vale dos mangos".

Los del viejo truco de la zanahoria... trabajan en prensa de políticos fuertes y poderosos, jamás te consiguen una nota con esos hombres, sencillamente porque esos hombres no dan notas. En general, trabajan con gobernadores. Abusan de un trato injusto: a cambio de la entrevista que nunca te van a dar, te ofrecen al último candidato a concejal del municipio más chiquito del país por un tema que a nadie le interesa. Y te meten en un verdadero problema.


Hay más, pero me cansé de clasificarlos y seguramente ustedes de leerlos.
Manden las clasificaciones que se les ocurran, y por favor, participen en el
TOP FIVE de MI PRENSERO FAVORITO. Prometo publicar el resultado final. Ellos se lo merecen.



MI TOP FIVE


  1. Hernán Etchaleco, de la CC y Adrián Pérez. Atiende, trata con respeto y buena onda, está super informado, si no te consigue la entrevista da una mano para buscar otra alternativa, no da vueltas ni te tiene esperando todo el día. Es difícil que salgas de una gestión con él con las manos vacías.
  2. Pegaditos, casi a la par, Paula Atlante, del senador radical Gerardo Morales e Ignacio Bordoli, del senador también radical Ernesto Sanz. Concretísimos: Habla o no habla. Están ocupados hasta tal hora, están en tal teléfono, están en tal lado. Conexión total con sus representados. Un lujo.
  3. Los Carlos de Duhalde. Son unos caballeros. Convengamos que el entrevistado es dificil, pero si te piden unos minutos, es porque realmente están haciendo gestiones por tu nota, aunque en general es un No. No importa.

Y me faltan dos... Uy, me metí en un lío. Se me ocurren muchos pero si me cuelgo pensando no termino más esta entrada. Y el verbo más difícil en mi vida es "decidir". Prometo completarlo a la brevedad. Manden el suyo. Me reservo el derecho de publicar nombres y apellidos sólo con valoraciones positivas.

5.21.2009

¿DE QUÉ VA?


Llevo seis meses pensando este blog. Llevo 20 años de productora. Llevo 19 horas despierta y llevo una vida ajetreada, aunque común y corriente.
Llevo mis hijos al colegio; llevo casetes a filmotecas, llevo punteos de entrevistas a los estudios, llevo vasos de agua y tazas de café, llevo invitados a los programas, llevo una economía inestable y llevo una buena dósis de inestabilidad a mi casa.

Trabajo en varias producciones. Hago programas de actualidad, de periodismo político y económico, de management y de cultura.

Y pienso. Pienso muchísimo. Pienso en el rol de un productor, en la relación con los conductores, en la tragedia del estrellato, en los narcisismos, en las desvalorizaciones propias y ajenas, en las mentiras mediáticas, en las verdades incomprendidas, en las notas pagas, en la independencia, en el público, en los silencios, en los buenos maestros, en los jefes de prensa, en los grupos sanos, en los grupos posibles, en el machismo, en los periodistas por naturaleza, en los presentadores de notas, en los llamadores de teléfonos, en los insaciables, en los inseguros, en los incansables, en los que hacen escenas que pasan a la historia y los que provocan situaciones al borde de la histeria, en los que viven medicados, en los que creen y en los descreídos.

¿De qué va este blog? de un poco de todo eso.

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