Tengo leves trastornos de ansiedad. Me hago la tonta y no los trato, pero los tengo. Uno de mis jefes tiene hernia de hiato, igual que una locutora; una compañera gastritis y otra úlcera; dos productores ataques de pánico, un coordinador un by pass, una locutora un pico de estrés y un periodista un preinfarto. Más de la mitad de los que trabajamos en ese lugar tenemos sobrepeso. Todo esto, en un solo medio, y en menos de 70 metros cuadrados.
¿Será la edad? ¿Será el signo de los tiempos?Hace 10 años, un día, jocosos, nos paramos un gerente de noticias y yo en un costado de la redacciòn para ver lo "chapita" que estábamos. Él se golpeaba constantemente el pecho, despacito, con los dedos mayor y anular de la mano derecha; yo me hacía sonar los huesos del cuello cada cinco minutos, una productora de la mesa de noticias se comía las uñas y otra hablaba sola; un productor ejecutivo guiñaba un ojo cada cuarenta segundos y un editor tartamudeaba; un subgerente alzaba un hombro decenas de veces por hora, como queriendo estirar un lado de la camisa; un locutor se olía permanentemente la mano derecha mientras hablaba, un conductor se miraba infinitas veces en espejos, ventanas, reflejos de fórmicas y vidrios de pantallas, una asistente de producciòn estaba deprimida y medicada y más de la mitad de los que trabajábamos en ese lugar salían cada media hora a fumar al patio. Todo esto en un solo medio y en menos de 80 metros cuadrados.
¿Era la edad? ¿Era el signo de los tiempos?Hace 17 años viví de cerca el primer surmenage. Se trataba de un productor jóven de la tira de la tarde de un canal de cable. Veintipico de años. Pensé que era un hecho aislado, pero en esa misma semana, un gerente de otro canal sufría de un infarto múltiple, un productor un colapso nervioso y un compañero moría porque (dijeron) "se había pasado de rosca". Todo eso en un solo medio y en menos de 90 metros cuadrados.
¿Era la edad? ¿Era el signo de los tiempos?¿Qué más decirte? Hoy pintó el post reflexivo. Si te dan ganas, contestá la encuesta que está más arriba y tomate treinta segundos para pensar una vez más en eso que ya sabés, que estamos medio locos, que si vale la pena, que para qué, que por qué y todas esas cosas.