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10.02.2009

VOS, NENA.. DOS PASITOS MÁS ATRÁS (y si sos jefa, también)

Aquí va la segunda columna de género de Ana Carla Faunes. ¡Que la disfruten!

ENTRE MINAS I

Una vez pasado el primer desafío ¿recuerdan el del llevarle el café al jefe? Llega la segunda prueba: tener una jefa.

En mi haber tengo varias mujeres, de todo tipo; de las fáciles -y no porque lleven una vida solenciosa- y de las difíciles, de las muy difíciles.

Cuando tenés una jefa vas tomando roles: cuando sos muy joven te adopta como una hija; un poco más grande se transforma en tu amiga/confidente; cuando stá mal acostumbrada pasás a ser la secretaria y/o mucama: no respeta tus horarios, te pide que estés on line todo el tiempo, te reduce el sueldo cuando se le cae la pauta te sugiere que salgas a buscar clientes, etc... Pero esto no es privativo de las mujeres. Es algo común a todos los jefes sean del sexo que sean o tengan la orientación sexual que tengan.

Yo he tenido grandes enseñanzas, sobre todo teniendo en cuenta que, aunque está poblado de mujeres, este es un medio áspero parar aquellas que llegan a cargos jerárquicos. ¿Por qué áspero? Algunas reglas tácitas.

  • Si un hombew gana por su puesto jerárquico $ 5.000, la mujer gana, en el mejor de los casos $ 4.000
  • Si el título del varón es "Jefe de XX", el de la mujer es "Coordinadora de XX". Parece que jefa suena feo.
  • Si hay una promoción para un cargo jerárquico, a él no lo tantean para saber si va a ser padre, pero a ella la testean para saber si piensa ser madre. Y ojo con la respuesta.

Esto para dar algunos pocos ejemplos de lo que nos pasa a las chicas cuando queremos ir un poquito más allá. Entonces la exigencia nos enseña que hay que tener ciertos grados de tolerancia porque nos movemos en un medio adverso rodeadas de hombres que hablen de fútbol, y si osamos opinar nos miran coo bicho raro y nos dicen con la mirada "mejor hablá de carteras".

Sin embargo, cuando te cruzás con esa que es una FLOR DE YEGUA, seguramente caes en el lugar común varonil por excelencia: "esta mira es una al c_g_d_" (y como en el ahorcado, te dejo que completes las vocales).

7.31.2009

Siempre quise ser productora para llamar al kiosco

En reproductora se larga la sección "DE GÉNERO", para que las mujeres se descarguen y los hombres le pongan el pecho a las balas y viceversa. A pedido mío, la inaugura una super productora, hoy coordinadora del informativo de una radio en ascenso.

Ana Carla Faunes -
Periodista por oficio, animal de radio por experiencia, mujer y argentina por destino, cuenta historias por opción

Nuestro anti-rol en los medios.

Cuando una comienza su carrera profesional en los medios, se enfrenta a todo un desafío. No sólo porque la inserción de por sí es difícil -ya que hay que estar dispuesta a trabajar por un par de pesos, soportar ciertos humores y demàs cuestiones que seguramente ustedes conocen- sino, además, hay que enfrentarse con el hecho de que una es mujer (y no quiero con esto emular a ¡La Gran Nacha!) ¿Y qué mujer? No estamos hablando de un 90-60-90, ni de un metro ochenta de estatura. No. Sino sería todo mucho más fácil, aunque nuestro crédito profesional estaría siempre ligado a los callos que una puede desarrollar en las rodillas y a la infinidad de muchachos (verdaderos o falsos) que han disfrutado de nuestra compañía. Pero insisto, este no es el caso. Es sólo uno más, un caso común, como el de la mayoría de las jóvenes profesionales de nuestro medio.

Cuando empezás a trabajar en una radio, en tv o en la redacción de un diario, y estás en un equipo de hombres y mujeres, comienza el... ¡PRIMER DESAFÍO! ¿A quién le pide el Jefe el café? ¿Al chico o a la chica?

_ ¡Si! ¡Ganaste! Siempre, pero siempre (como una verdad revelada) es a LA CHICA.

Y así comienza nuestro derrotero en este medio. Con vasito extraído de la máquina de café o en el mejor de los casos con la taza humeante en nuestra mano. Cumpliendo nuestro rol profesional/social/familiar o como quieras justificarlo. Pero ahí estamos, en esa situación. Y a la que me diga que nunca lo hizo... no le creo.

Seguramente ésta -o alguna circunstancia similar- te pasó a vos. ¿O no?

Y si sos varón, y llegaste a este punto ¿cuál fue tu experiencia? ¿cuándo te sentiste una chica por hacer lo que pide el jefe? O mejor... una confesión. ¿cuándo sometiste a una chica a cumplir su rol de género? eso sí, no estamos hablando de acoso. Jaja!

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